La economía
El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, dio ímpetu a la exportación del azúcar cubano, al aumentar las demandas del producto y subir sus precios en el mercado internacional; el sistema de cuotas establecido dejó de regir, y las zafras de 1942 a 1952 son vendidas libremente, con excepción de la de 1943 por no haberse fletado los barcos necesarios.
En la economía del territorio cespedeño, ligada a sus dos centrales azucareros, se reflejó esta coyuntura con un alza notable en la producción desde 1940 hasta 1952.
La tendencia al aumento de explotación se extendió hasta 1952, año récord para las zafras en la etapa capitalista. Estas duraron más que años anteriores, pero en el Estrella siempre más que en el Céspedes.
No es ocioso destacar que de 1933 a 1958 sólo hubo 6 zafras que duraron más de 100 días: las de 1944, 1947, 1950, 1951 y 1952 12. Pero además de estas las zafras de 1942, 1945, 1946 y 1949, también sobrepasaron los 100 días de duración en el central Estrella, no así en el Céspedes, donde sólo en 1947, 1948 y 1952 las zafras sobrepasaron ese tiempo.
Casi la totalidad de la fuerza laboral del territorio estaba ocupada en faenas relacionadas con la industria de la caña, ya sea su siembra, corte o molienda. Además de las colonias pertenecientes a las compañías, varios colonos (propietarios de tierras y arrendatarios) disponían de cuotas de caña que podían moler en los centrales. Los dividendos de la ganadería, aunque eran notables, tenían menos importancia que los de la exportación azucarera y se los embolsaban los propietarios locales, fundamentalmente. Se utilizaba el ferrocarril de los centrales para el traslado de carga y pasajeros. Las rutas de trenes nacionales tenían paradas en las estaciones de Céspedes y gggPiedrecitas .
Todas las tiendas, bazares y comercios eran privados. Las principales casas comerciales eran La Francia y la New York. Había ferretería en Céspedes y varias tiendas de víveres, como La Popular, La Confronta y otras. De los hoteles, el principal fue siempre El Central; existían otros establecimientos como bares, 2 farmacias, 2 panaderías en Céspedes, una en Piedrecitas y otra en Magarabomba, y varias dulcerías, cafeterías, barberías y carnicerías. Había tiendas de víveres en bateyes y caseríos.
Era en los meses de zafra cuando más mercadería podía facturarse, pues en tiempo muerto poco se vendía, salvo por crédito a pagar en tiempo de zafra, lo cual endeudaba al trabajador de antemano.
Las luchas política
Uno de los partidos con más votos en Céspedes fue el Auténtico, que al quedar constituido su presidente fue Adolfo Valdés Aguado. Lo integraban además Jorge Montalvo, Jerónimo Marrero, Eduardo Delgado, José M. Delgado y Santiago Marrero, entre otros.
El partido Unión Revolucionaria Comunista (que estaba legalizado) adoptó en 1944, el nombre de Partido Socialista Popular. Sus principales dirigentes en Céspedes fueron: Saturnino Aneiro, Gualberto Galbán Cervante , Gerardo Díaz y otros. El Partido, que en la provincia de Camagüey contó con unos 1900 militantes, tuvo su mayor cantidad de afiliados en los sectores industrial y azucarero, en especial, en los centrales Céspedes y Estrella, donde se crearon los Comités de las Cutotas Azucareras y de la Economía Nacional, que lucharon por no embarcar azúcar a granel en el central Estrella, y así evitar que despidieran a numerosos estibadores.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Cuba se declara en guerra con Alemania. En 1941 se celebra en La Habana en los Jardines de la Tropical, una conferencia contra el servicio militar obligatorio, por esta localidad asistieron Rolando Rodríguez y César Nápoles, quienes repudiaban alistarse al servicio de las grandes potencias capitalistas.
En 1941, al lanzar los nazis sus ejércitos contra la URSS, se alzó un movimiento de solidaridad con el pueblo de Lenin. Esta solidaridad estuvo liderada en Cuba por el Partido Socialista Popular. En Céspedes y Piedrecitas también se orientó la recaudación de fondos para la URSS. Este fue el aporte de los comités seccionales.
Cada trabajador donó cuanto pudo, incluso, el valor en dinero por chapea de caña en áreas de los dos centrales azucareros, asistencia propugnada por Saturnino Aneiro, quien además, organiza un mítin político en 1942, en el que participan los líderes del pueblo y por la dirección nacional: Flavio Bravo, Severo Aguirre, Clementina Serra y Osvaldo Sánchez. Para la organización juvenil del partido se elige como dirigente a Antonio Pérez.
En las elecciones de 1944 triunfa la Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) y llega a la presidencia Ramón Grau San Martín. El autenticismo tiene su continuidad en el poder en 1948, con la elección de Carlos Prio como presidente.
Una facción de los que habían depositado su confianza en el partido auténtico se separó de él y fundó un nuevo partido, el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), en 1946 que tenía un carácter democrático - burgués avanzado y luchaba contra la corrupción administrativa.
En el territorio de Céspedes, los ortodoxos, encabezados por Rodolfo Valdés, se destacaron en la lucha contra los males de la época y, con el fin de ampliar su influencia, a fines de 1947, crearon un organismo juvenil para unir fuerzas y recaudar fondos. Los jóvenes ortodoxos concurrían a mítines de protestas contra la lacra política y enarbolaban las consignas de Eduardo Chibás, su paladín.
En las nuevas condiciones del país creadas por los gobiernos auténticos y sus fuerzas represivas, el partido socialista popular, a su vez, se mantiene en acción e impugna al gobierno por su corrupción administrativa, y defiende los intereses del pueblo.
El golpe militar, del 10 de marzo de 1952, derriba el gobierno auténtico de Carlos Prío Socarrás. Enseguida Calixto Morales y Saturnino Aneiro repudian la asonada batistiana a través de la emisora de Florida. En el parque Martí a las 2: 00 pm, una muchedumbre de jóvenes ortodoxos, auténtico y miembros del Partido Socialista Popular condenan el golpe. Trabajadores del sector fabril de los centrales Céspedes y Estrella implantan el “paso de jicotea” durante varias horas. En las colonias, los obreros agrícolas se suman al movimiento. Estas acciones estaban dirigidas por el Partido Socialista Popular y el Comité de Lucha.
Una vez impuesto el régimen, la guardia rural trata de apresar a Narciso López y a otros dirigentes de los obreros agrícolas del área norte del central Estrella, pero como los trabajadores de la colonia Caimito rodearon el jeep del ejército y, con arrojo, encararon a los militares, estos tuvieron que reiterarse. Esta repulsa a los golpistas evidenció el alto grado de organización y la toma de conciencia del movimiento obrero.
Los movimientos obreros, campesinos y femeninos y las luchas por reivindicaciones sociales.
En los centrales cespedeños se afianzó un movimiento sindical vigoroso y cohesionado, con dirigentes que adquirieron su prestigio por la abnegación con que enfrentaron los desmanes y procuraron notables triunfos para la causa obrera.
Durante 1940, en los ingenios de la compañía Vertientes – Camagüey, los obreros en huelga reclaman la firma de un nuevo contrato de trabajo.
Dada la situación internacional, a las direcciones nacionales del Partido y la CTC les pareció más pertinente no mantener aquella huelga, pues, en momentos en que el fascismo era una seria amenaza para todos los pueblos, debía concentrase toda la lucha en consolidar la necesaria unidad antifascista.
El conflicto tuvo su desenlace con la mediación de la CTC y el Partido; Lázaro Peña, a la sazón secretario general de la CTC, se persona en el central Estrella y negocia con el patronato, que conmina a los trabajadores a reanudar sus faenas, a cambio de la firma de un nuevo contrato.
Por esta misma fecha, surge en la colonia San Fernando la primera asociación de campesinos, llamada de padres, maestros y vecinos, cuyo delegado fue Julián Sotolongo, obrero y luchador comunista de la zona. Este demandó escuelas rurales y la pavimentación de los caminos.
En 1941, en el central Estrella, en el período de reparaciones, fueron despedidos César Nápoles, Alcides Cardoso y otros compañeros de la sección sindical; no obstante, la presión obrera con la asesoría del Dr. Francisco Guillén propició la recolocación de los cesanteados.
El 31 de enero de 1943, se inicia en el Tribunal de Urgencia de Camagüey, una causa contra Saturnino Aneiro _ junto a otros compañeros, entre los que se encuentra Pepe Ripoll – por su agitación revolucionaria en la zona del central Estrella, donde en mítines, ha revelado la mala fe de la compañía propietaria del central y de sus jefes. Mientras estos compañeros están tras las rejas el Partido y el sindicato socorren a sus familiares.
El 9 de septiembre de 1945, se inicia una huelga de trabajadores agrícolas en las zonas de Violeta y Velazco, que se extiende a la colonia Sabanita y a otras del barrio de Magarabomba, en reclamo del cumplimiento de disposiciones del Ministerio de Trabajo.
El 20 de noviembre de 1947 comienzan huelgas por el pago del diferencial azucarero que no ha sido desembolsado. Jesús Menéndez, al frente de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA), lidera el paro, cuya consigna es “comenzamos la zafra con el pago del diferencial en la mocha”. En los centrales cespedeños el movimiento sindical logró la indemnización del diferencial.
El 4 de junio de 1949 se funda la Federación Democrática de Mujeres Cubanas, para concertar la lucha por la plena igualdad, la paz y los derechos de los obreros, de los campesinos y del pueblo explotado. La filial en Céspedes de esa organización femenina, lograría que las mujeres, para su Conferencia Nacional recogieran fondos en Céspedes, Flautilla y otros lugares.
Durante los días 19 y 20 de septiembre de 1940, sesiona el Primer Congreso Campesino en Camagüey, donde se constituye la segunda filial de la Federación Campesina del país y se aprueba un programa de lucha con las más apremiantes demandas del campesinado.
Ente los años 1940 y 1943, la Compañía Azucarera Vertientes Camagüey, hizo desalojar a campesinos en la zona norte de Piedrecitas , en las colonias del central Estrella. Simultáneamente hubo desalojos en otros lugares de la provincia donde casas de agricultores y labriegos fueron quemadas o arrancadas con tractores.
Ante esos atropellos, el Sindicato y el Partido protestan y reclaman con el apoyo de la FNTA, del periódico Hoy y de la emisora Mil Diez. Todo esto contribuyó a que los infortunados regresaran a su terruño. En la coordinación de estas luchas sobresalieron Saturnino Aneiro, Mario Ortiz, Albérico Placeres y José Concepción, por lo cual fueron acusados de agitadores y procesados en la causa 70. Al mes y medio, fueron excarcelados por la gestión del Partido en Camagüey.
Características de la población
Algunos datos del censo de 1943 nos pueden ofrecer una idea de la composición demográfica: el poblado de Céspedes tenía 2 358 habitantes y Piedrecitas , 1 134. Otros centros de población eran: Estrella con 551 residentes y Magarabomba con 654. El resto de los coterráneos vivía en bateyes o dispersos en fincas.
De la población en edad laboral, una parte estaba subempleada en los centrales Estrella y Céspedes, en tiempo de zafra; mientras que en el período de tiempo muerto sólo una minoría se quedaba trabajando en las reparaciones. El resto se ocupaba de la labranza de la caña.
La cultura, la educación y el deporte.
En el año 1944 funcionaba en Céspedes el cine Apolo, en la calle 16, casi esquina a San Jerónimo, propiedad de los Guerra y Vicedo. En este cine se exhibían filmes mexicanos y norteamericanos; en tiempo de zafra se ponían en escenas obras teatrales por compañías itinerantes que venían de La Habana, como la que integraba Enrique Arredondo. Para promover las ventas se establecían los Días de Damas, en los que las mujeres pagaban un precio menor por la entrada.
La música coral fue cultivada por conjuntos vocales que, en los días de Navidad, actuaban en la iglesia Bautista. La música popular tradicional se interpretó por conjuntos como Ritmo y Pimienta, para que un compositor local, Mario Colmine, creó sones, guarachas y boleros. Las serenatas, congas y comparsas (estas dos últimas en los días de carnavales) también tuvieron su espacio. Se festejaban verbenas, que duraban dos o mas días, en la que tenían lugar bailes y ventas de dulces, golosinas y flores, por muchachas vestidas de uniforme. Se escuchaban pregones tradicionales por niños vendedores de fiambre y refrigerios. Las fiestas del carnaval estaban relacionadas con los santorales de San Juan (24 de junio) y San Pedro (29 de junio).
En el campo, conjunto musicales tradicionales tocaban en celebraciones familiares. Se sabe de tonadas que se canturreaban durantes las cobijas y el arreo del ganado. En las colonias, los haitianos celebraban sus fiestas tradicionales.
Existían otras celebraciones cono la de Semana Santa y Navidad. Casi todas las familias, de acuerdo con sus posibilidades, celebraban la Noche Buena, el 24 de diciembre, así como la víspera del año nuevo. Otras conmemoraciones eran los altares de La Cruz, los días 3 de mayo, o las veladas por el día de San Lázaro, el 17 de diciembre. Ellas incluían juegos, cantos y rezos.
El teatro llegó a tener mayor importancia en Piedrecitas , pues tenían mejores condiciones en el local; sus funciones estaban a cargo de Blanca Pérez.
Había periódicos como La Mazorca, dirigido por un redactor de apellido Villalón, y El Cespedeño, que se imprimió desde 1952, encabezado por Nicolás Suárez Duartes, en el que se publicaba la vida social de forma humorística.
En el territorio de Céspedes no había escuelas en todas las localidades y, con frecuencia, las condiciones de la institución y su mobiliario no eran buenas.
Casi la totalidad de las escuelas eran aulas donde un solo maestro atendía una elevada matrícula de alumnos de diferentes grados.
El pueblo de Céspedes disponía de una escuela pública primaria, cerca de donde se hizo el centro escolar “Carlos Manuel de Céspedes” y un Kindergarten en la actual calle 25. En Piedrecitas radicaba una escuela en la calle 14. Tenían escuelas en Flautilla, Natalia, María Luisa, Magarabomba, Caonao, San Fernando y algunos otros bateyes. En 1948, la escuela de San Fernando fue trasladada para Los Bazanes por residir allí el mayor núcleo poblacional. En 1946 se construye en la calle de Estrella la escuela rural número 5, con fondos del diferencial azucarero de ese año. Además, funcionaban varias escuelas particulares. Sólo se enseñaba hasta sexto grado, pero muy pocos llegaban a graduarse, pues los niños tenían que buscar empleos para ayudar a la familia, entonces abandonaban la escuela para hacerse limpiabotas, mensajeros, trabajadores agrícolas, vendedores de hortalizas, etc.Por otra parte, aunque las escuelas públicas eran gratuitas, no proporcionaban el material escolar.
Por estos años los deportes más populares fueron el béisbol y el boxeo, pero no se entrenaba en instalaciones bien dotadas, sino en terrenos de la calle Correo Viejo donde hoy se halla el parque de Céspedes. También se practicaba en los terrenos de Piedrecitas. y en los centrales de Céspedes y Estrella. Por lo general, se formaban equipos por barriadas que después se enfrentaban ente sí.
A mediados de la década del 40 surge la Liga Azucarera, en la que cada central organizó un equipo que se enfrentaba a sus similares de otos centrales.
En 1952, por primera vez, un atleta local ganó una medalla en un evento internacional. En La Habana, el equipo ganó la medalla de oro en la Serie Mundial de Béisbol. Actuó como lanzador Alejandro Eíriz.
En la valla que se encontraba en la calle Estrella, entre la Calle Real y la Calle San Jerónimo, se instalaba a menudo un ring de boxeo. También se boxeaba en el patio de la Colonia Española. Otros deportes como el baloncesto y el tenis de campo eran el pasatiempo de ejecutivos de las compañías, en canchas donde el pueblo no tenía acceso. También en El Liceo algunos socios practicaban el baloncesto. El ajedrez era poco conocido, lo jugaban algunas personas en la sociedad El Liceo.
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