Combate de Ceja de Lázaro

El 24 de enero de 1873, a las 4: 00 pm, bajo un copioso aguacero, tuvo lugar el combate de Ceja de Lázaro. La avanzada cubana sorprende a una de las guerrillas de la columna española que venia tras sus huellas. El terreno es una sabana con abundantes peralejos y guanos. Rechazada la avanzada cubana por el empuje enemigo, unos 300 jinetes españoles aparecen de golpe en el campamento; Ignacio Agramonte ordena a la caballería detener el ataque y que le siga la infantería. Ante la sorpresa, los jinetes camagüeyanos entraron en acción sin haber puesto las monturas y su pericia permitió repeler la acometida. Después de fuerte lucha hubo que dejar el campo al enemigo, que confesó cuatro muertos y once heridos. Las bajas cubanas fueron tres muertos y seis heridos.

Durante los días posteriores, El Mayor se estaciona en Las Piedrecitas, reorganizando sus hombres y procura atención para los heridos. El 27 del mismo mes sale y pasa por Ocujal, Quemado de Doña Juana, sitio de Fundora y se marcha de la región. No hay dudas de que la presencia del jefe del Departamento contribuyó, en gran medida, a dar aliento a la llama de la insurrección y fue un estímulo para los vecinos que de igual manera participaron en ella.

Como se desarrolla el combate según se describe en El "Diario" del Mayor

El combate tiene el mismo matiz que el anterior, pues a las cuatro de la tarde se advierte en el campamento cubano que un grupo de caballería enemiga persigue a los exploradores, por 1c que sale al encuentro de la contraria tropa la primera compañía del primer batallón de las Villas que le carga, rechazando al enemigo. Bajas cubanas: dos muertos y tres heridos. Bajas españolas: seis muertos y diecinueve heridos, que llevaron al siguiente día a Magarabomba; mandaba la columna española el coronel Macías, que demostró su tenacidad y valor peleando tres días después con la propia fuerza de Agramonte, en la Sabana de Lázaro. Veremos como se desarrolla esta acción:

A las cuatro de la tarde del día 24 de enero de 1873, asaltan, bajo abundoso aguacero, el campamento del Mayor, establecido en la "Ceja de Lázaro", tropas españolas al mando del citado coronel Macías. Lo imprevisto y violento de la acometida, que constituyó una sorpresa para el mando cubano, hace que sus jinetes entren en acción sin haber puesto las monturas a sus corceles; pero la excelencia de su caballería les permitió repeler el ataque y después de reñida brega hubo que dejar el campo al enemigo, que confesó cuatro muertos y once heridos. Las bajas cubanas consistieron en tres muertos y seis heridos, habiéndose ocupado algunas armas y pertrechos; pero perdido al capitán José Moreira y teniendo herido gravemente, a un teniente. El "Diario" del Mayor, llevado por su secretario Ramón Roa, dice de esta acción:

"1873. Enero 24.—"Boca Potrero", "Babiney Amarillo", "Laguna del Descanso" y "Sao de Lázaro". Por el camino de Magarabomba hizo fuego nuestra avanzada, confundiéndose los disparos, bajo un recio aguacero, con golpes de guano al caer. El enemigo, fuerte de 300 jinetes, se presentó de súbito a la entrada del campamento. Nuestra fuerza montada hizo frente y cargó, siguiéndola gran parte de la infantería. Los enemigos, pie a tierra, se defienden; muchos mueren al machete y la mayor parte, en desorden, se repliega; nos apoderamos de muchos caballos; nuestra fuerza carga al convoy enemigo y éste se rehace y carga; los nuestros se retiran, abandonando la mayor parte de los caballos recogidos. La lucha fué tenaz, cuerpo a cuerpo, y se hicieron alardes de valor, tomando prisioneros. El enemigo sufrió considerable número de bajas. Las nuestras: Actiagno, herido, Villas, primer batallón; muertos, el capitán José María Moreira, un cabo y un soldado, herido un cabo del segundo batallón; heridos, un sargento, un cabo y dos soldados. Total: 3 muertos y 6 heridos. Ocupó el primer escuadrón, una carabina remington y dos caballos. Ocupó el segundo escuadrón dos armas de precisión, con cápsulas, y tres caballos con montura. Ocupó la escolta del Cuartel General ocho caballos y 36 cápsulas, ropa y otros efectos." Los españoles confesaron haber perdido en este combate un sargento y tres guerrilleros muertos, y once heridos.

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